Otra de las facetas en la que ha destacado Julio Quesada ha sido en la elaboración de carteles, especialmente en la creación de los diferentes carteles para las fiestas de los Moros y Cristianos de Crevillent.
Desde siempre el arte de la cartelería ha tenido un fin propagandístico, y ha sido un método de comunicación sumamente eficaz y aunque prima el valor artístico del cartel, su fin último es el de comunicar una causa.
Probablemente para conocer el origen del cartel debemos remontarnos al siglo XV, época en la que se inventa la imprenta, donde encontramos el primer anuncio impreso, aparecido en Inglaterra, obra de William Caxton (1477), pero si lo que nos interesa es conocer el cartel como hoy en día lo conocemos, debemos remontarnos al origen de la publicidad y más concretamente al siglo XIX, donde el cartel se consolida desde un punto de vista artístico y comercial, gracias al dinamismo de las ciudades, y a la revolución industrial.
Pero fue con la llegada del modernismo, cuando el cartel tuvo su eclosión como elemento artístico, siendo su mejor embajador el pintor francés Toulouse-Lautrec (1864-1901), seguido por diferentes pintores como el español Ramón Casas (1866-1932), autor del conocido cartel de Anís del Mono (1898).
Una de las mayores vinculaciones de Julio Quesada con Crevillent ha sido la realización de los carteles para las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent, ya que desde el año 1975 al 2005, ha colaborado con nuestras fiestas elaborando dichos carteles, siendo estos, uno de los principales valores de nuestros Moros y Cristianos.
Y es en este campo, donde se observa la enorme versatilidad del artista, ya que le da al cartel, una doble vertiente, sabiendo compaginar la función propagandística del cartel con la calidad artística que le ha dado a los 31 carteles que ha realizado para las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent.
También destacable fue la realización del cartel que conmemoraba el cincuenta aniversario de la muerte del escultor Mariano Benlliure, cartel que fue utilizado por la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, para la emisión de un sello conmemorativo de esta efeméride.
Desde siempre el arte de la cartelería ha tenido un fin propagandístico, y ha sido un método de comunicación sumamente eficaz y aunque prima el valor artístico del cartel, su fin último es el de comunicar una causa.
Probablemente para conocer el origen del cartel debemos remontarnos al siglo XV, época en la que se inventa la imprenta, donde encontramos el primer anuncio impreso, aparecido en Inglaterra, obra de William Caxton (1477), pero si lo que nos interesa es conocer el cartel como hoy en día lo conocemos, debemos remontarnos al origen de la publicidad y más concretamente al siglo XIX, donde el cartel se consolida desde un punto de vista artístico y comercial, gracias al dinamismo de las ciudades, y a la revolución industrial.
Pero fue con la llegada del modernismo, cuando el cartel tuvo su eclosión como elemento artístico, siendo su mejor embajador el pintor francés Toulouse-Lautrec (1864-1901), seguido por diferentes pintores como el español Ramón Casas (1866-1932), autor del conocido cartel de Anís del Mono (1898).
Una de las mayores vinculaciones de Julio Quesada con Crevillent ha sido la realización de los carteles para las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent, ya que desde el año 1975 al 2005, ha colaborado con nuestras fiestas elaborando dichos carteles, siendo estos, uno de los principales valores de nuestros Moros y Cristianos.
Y es en este campo, donde se observa la enorme versatilidad del artista, ya que le da al cartel, una doble vertiente, sabiendo compaginar la función propagandística del cartel con la calidad artística que le ha dado a los 31 carteles que ha realizado para las fiestas de Moros y Cristianos de Crevillent.
También destacable fue la realización del cartel que conmemoraba el cincuenta aniversario de la muerte del escultor Mariano Benlliure, cartel que fue utilizado por la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, para la emisión de un sello conmemorativo de esta efeméride.
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