JULIO QUESADA Y EL DIBUJO

La vida artística de Julio Quesada esta ligada de forma inevitable a la acuarela, de hecho es en la acuarela donde el artista encontró gran parte de su éxito artístico, Quesada ha estado considerado el mejor acuarelista de Europa, pero también tenemos que valorar dentro de su amplia obra artística, el trabajo en diferentes facetas y técnicas artísticas como el óleo y el dibujo.
Hoy vamos a analizar el dibujo en la obra del artista “crevillentino”, a los nueve años ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, de la calle Marques de Cubas, en la asignatura de dibujo, teniendo a profesores de la talla de Enrique Martínez Cubells, José Blanco Caris y Ramón Pulido.
Después de la Guerra Civil, ocupa una plaza como dibujante en el Instituto Forestal de Montes, siendo destinado a Marruecos, encargado de proyectar planos topográficos para dicho Instituto, realizó una importante labor de dibujo y catalogación de la flora y fauna de esa zona.
Es el dibujo una técnica no olvidada por Julio Quesada durante su trayectoria artística, ya sea mediante carboncillo o plumilla, incluso combinando el dibujo con el pastel.
El Museo Julio Quesada de Crevillent es un fiel reflejo de la faceta como dibujante de Julio Quesada, podemos encontrar retratos al carboncillo como el Retrato al Doctor Mas Magro, Retrato de José Guilabert , el Retrato de Anselmo Mas Espinosa….
También podemos observar dibujos de paisajes como Geras de Gordon (León) o la serie donde muestra el paisaje de la localidad asturiana de Luarca.
Pero, probablemente la serie de dibujos más destacada de Julio Quesada, es la serie Apuntes de Jerusalén , donde Quesada muestra con una gran brillantez su visión sobre una serie de escenas cotidianas ocurridas durante su estancia en la ciudad de Jerusalén , destacando principalmente escenas costumbristas de la zona.